En campaña política las sonrisas iban y venían hacia la prensa.Sin embargo, a poco más de un año de gobierno, la relación entre los periodistas y la presidenta Laura Chinchilla cambió bruscamente.
Para muestra, la reciente agresión hacia periodista Andrés Martínez (Teletica), de parte de uno sus guardaespaldas, cuando el comunicador intentaba consultar a la mandataria su opinión ante los resultados de una encuesta sobre balance del gobierno.
Con empujones el comunicador fue aislado y como si se tratara de una amenaza se le negó la consulta hacia la presidenta, quien se dio cuenta del altercado pero continuó caminando sin prestar atención.
El periodista, Andrés Bermúdez dice que la situación va en contra de todos los principios de la libertad de informar y no afecta solo al comunicador, sino a todos los costarricenses, pues son ellos quienes tienen derecho a recibir la información.
"Ese no fue un hecho aislado; hay que prestarle mucha atención al cambio de relación entre la prensa y la presidencia durante los últimos meses", dijo Bermúdez.
Y es que hace un año la imagen de Laura Chinchilla era recurrente en los noticieros, con declaraciones directas y puntuales, mientras que ahora, aparecen varios personajes secundarios y la mandataria evita el contacto con la prensa en los llamados "temas incómodos".
"Las agresiones son injustificadas y más cuando se trata de un trabajo de comunicación dirigido a la población costarricense; no se puede pensar en los intereses particulares y los guardaespaldas están para cuidar a la presidenta de amenazas, no de un periodista que cumple con su trabajo." afirmó Bermúdez.
Por el bien del país deberían regresar las sonrisas, al menos un síntoma de que el país marcha o se dirige positivamente...
Aunque la encuesta de UNIMER y mi pequeño sondeo de la derecha, por ahora señalan lo contrario.
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